Judío a carta cabal, judío que supo transmitir a sus hijos el valor de lo que en sus vidas podría suponer no olvidar sus raíces, ya que por motivos laborales debió abandonar su querida Baena hace ya muchos años, pero que la llevó tanto en su corazón que en su último viaje por estos lares no tuvo la menor duda de atravesar los mil kilómetros que separaban su vida actual y su familia para recalar en su querido pueblo blanco, entre sus olivos milenarios y como no escuchando cada Cuaresma esos tambores que tanto le hicieron emocionarse. Como prueba de ello, su querida y dolida familia nos han hecho llegar las siguientes sensaciones que comparten ahora con nosotros :
" SILENCIO, BAENA
y en medio de este silencio/solo se escucha el lamento/
de la voz de un cantaor/que reza/silencio, promesa.
Ya viene Jesús/llevando su cruz/que mira hacia el cielo/
Silencio, silencio. Jesús Nazareno.
Con esta sevillana cantada entre lágrimas por sus amigos de la Coral de la Casa de Baena en Barcelona, de la cual formaba parte, despedimos a Francisco Ordoñez Lama antes de emprender él último viaje a su querido pueblo.
Y al sol de mayo, entre olivos y ecos de tambores, en Baena como debía de ser, lo dejamos. De ahí al cielo.
Francisco, bellísima persona. Padre, esposo, abuelo amigo...el mejor entre los mejores. Y siempre llevando en el corazón su tierra, su gente y su Semana Santa.
Cofrade fundador junto con su cuñado Pepito y otros veintipocos, de la Hermandad de Jesús de los Azotes, lo dejó al emigrar a Barcelona. La situación económica lo mantuvo apartado de las celebraciones semanasanteras hasta que hace algo más de 30 años pudo volver. Su hijo mayor Rafa (colinegro) y su sobrino Jose (Hermano de Jesús y colinegro) lo apuntaron a su cuadrilla, la 5ª Cuadrilla de judíos colinegros !! Desde entonces, casi ininterrumpidamente, ha procesionado con orgullo junto a sus compañeros.
Era llegar esas fechas y un bullir en la casa de tambores, chaquetas, cascos, colas, eran su alegría. Los amigos y compañeros, su purito, ir al cuartel al picoteo de Hermandad, confesar, los pestiños, los caracoles de Ca Pellejito, recordar su durísimo trabajo en el molino de aceite. Las obras que, como encargado y gran albañil que era, había hecho por todas partes, que si el Sabrina, la casa de la condesa, incluso la escalera y reforma de lo que actualmente es el Museo de la Semana Santa. Todo lo disfrutaba al máximo.
Pero, sobre todas las cosas, lo que le encantaba era ver y ayudar a sus nietos, sus hijos y su sobrino, a destrenzar colas, montar cascos, apretar tambores, ponerse sus chaquetas de judío y salir a cumplir con todos los actos de culto a Jesús Nazareno.
Francisco Ordoñez Lama, Judio colinegro de la 5ª Cuadrilla y de Baena. D.E.P. "
Nada más que añadir a estos sinceros elogios.
Descanse en paz Francisco.
Tus judíos de La Quinta.
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