Brisas
SE
ACERCA
LA
PASION
M.Piedrahita
Marzo
se desliza ya hacia la Semana Santa. El aire está cargado de aromas
primaverales. El sonido de los tambores avisa de que pronto saldrán
las procesiones. En Córdoba y pueblos de la provincia el ambiente
es inconfundible. Huele,
o nos lo parece, a pestiños y flores de sartén. La
sociedad del siglo XXI se ha hecho laica y se dispone a celebrar la
Pasión con una mezcla de fervor e idolatría. El pueblo ya está a
la espera de que las vírgenes guapas y los cristos amoratados salgan
de sus iglesias y “anden” por las calles. Los misereres y toda
clase de actos cuaresmales calman la impaciencia de los cofrades,
deseosos de llevar los “pasos” a hombros. Ese pueblo,
representado por sus poetas, clama a su manera ante la Pasión de
Cristo. Nuestro Luís de Góngora en su poema "Cristo en la
cruz" lo describe así: "Pender de un leño, traspasado el
pecho/ y de espinas clavadas ambas sienes". Poesía religiosa
que apenas se estila hoy día. El pueblo versifica con la hondura del
cante. Allí a lo lejos, en una esquina que antes fue mora y hoy es
semicristiana, se oye el lamento de la saeta. Poesía popular que nos
pone el bello de punta. Se humedecen los ojos. Se aplaude a esa
Virgen de la Esperanza o la Dolorosa, que siguen su camino al compás
de una música también inconfundible. Las palmas, la bulla y la
algarabía se imponen al silencio. Dentro de muy poco, y no por las
elecciones, vuelven miles de andaluces a las calles de sus pueblos.
Días de encuentro con viejos amigos. Días de ahondar en las raíces
de su existencia. Aquella calle, aquella casa, aquella novia…
(7/3/2015)
Felicidades Manolo por recordarnos aquello que tanto amamos en Baena, nuestra Semana Santa.
La Junta Directiva.
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